martes, 15 de mayo de 2012

Kaxumoto.



Muchas son las veces en las que hemos hablado del honor, y hasta tal punto nos gusta tanto que en las películas de Holywood se ha transformado en una especie de tópico televisivo.

Para mí es algo sorprendente como existen diferencias entre las distintas culturas cuando se refieren a cosas iguales, como por ejemplo la búsqueda de la  felicidad: en una cultura mas oriental, acercarse a la naturaleza y convivir con esta es la manera  de ser feliz; mientras que en la cultura occidental se suele ver la felicidad en las cosas materiales y en la comodidad.

Todo esto lo digo porque el honor es algo universal para todas las culturas, sin importar su forma de vivir o cualquier otro aspecto: En la película "El Último Samurai", Kaxumoto, jefe de los samurais, contrasta su honor con el de los griegos que lucharon en las Termópilas hace miles de años.

Claramente son dos culturas distintas, una es la base de la sociedad actual, mientras que la otra muestra las características más arraigadas en el país japonés.

Dos mundos distintos, una mismo ideal.

Ignacio G.

Átate bien los cordones o te caerás al suelo.

Acabo de ver un vídeo fascinante, de estos que te cuentan una cosa que te parece mentira, acaba el vídeo y dices: ¡Uiba! Si es verdad. 

Estoy seguro de que muchos de vosotros habréis visto la película de "Yo soy Sam". Si es así puede que os acordéis de la escena en la que su hija le enseña a atarse los zapatos y seguro que pensasteis: "pobre hombre, que ni siquiera sabe hacer eso"


Sam supo atarse bien el zapato y consiguió el máximo logro de su vida: la custodia de su hija. 

¿Sabes atarte el zapato?

Ignacio G.

Estoy a un Actimel de la inmortalidad.

Este post va dedicado a aquellos anuncios que son capaces de hacerte pensar que puedes llegaras a ser "increíble".

Cada vez que me tomo un Actimel veo más posible mis capacidades para ser Super Man. Desde que ví el anuncio de Listerine, limpio los barcos con el mismo enjuague bucal. También he de reconocer que al dormir en un colchón LoMonaco descanso el triple y me levanto como una rosa. 

Al beberme una Coca-Cola todo lo que me rodea tiene una sonrisa dibujada.


 No obstante, el mejor de todos es: ¡El gran e inalcanzable Fairy!

Os puedo asegurar que yo sigo creyendo que con un Fairy podría sacar brillo a mi casa entera y aún me sobraría medio bote para limpiar "Villa Enmedio"

Muchas gracias a estos anuncios que fomentan mi imaginación hasta casi punto impensable. 


Ignacio G.

domingo, 6 de mayo de 2012

0,25

Muchas veces hemos defendido en clase que el fin no justifica los medios, he aquí el caso en el que el fin justifica los medios, y no solo eso, si no que ademas es la solución que te perfecciona.

El vídeo es un poco desagradable de todas formas (es parte de una película), así que os pongo la explicación del hombre al que le ocurrió.

Como bien dijo S. Anselmo la existencia es la perfección, y esto es lo que eligió Aron.

Ignacio G.

Luck is an attitude.


Mira para delante,
levantando la frente.
Esperar lo mejor
a pesar de usar el pie izquierdo



Sonreír al sombrío
aunque sea un tío.
Pensar en los demás 
para ser un D. Juan.



Creer en ti mismo
como en Raúl
que es de tu equipo.



Tener como virtud 
algo inaudito: 
Luck is an attitud.


Ignacio G.

jueves, 3 de mayo de 2012

Comentario al post de Carlos T.


Aunque en un comienzo esta entrada pueda parecer de un forofo incondicional que justo después de la victoria de su equipo se atreve poner la mano en el fuego por el Real Madrid, me temo que no va a ser así. 

Yo soy Real Madrid, yo soy Barcelona. Yo soy aquellos que considero un modelo, soy Casillas y su prudencia, soy Ramos y su valentía, soy Iniesta y su humildad, soy Xavi y sus declaraciones, soy Xabi Alonso y su caballería, soy Puyol y su saber estar. 

Podría seguir así mucho más tiempo, pero también tengo que decir que no soy ni Mourinho ni Pep, soy Vicente del Bosque. 

Yo soy Selección Española de Fútbol.


Ignacio G.

martes, 1 de mayo de 2012

¿Hasta donde llegaré?



El otro día estaba pensando en la gente que se presenta a concursos, torneos, o cualquier tipo de actividad competitiva y  pensé: 

Todos tienen siempre un objetivo por el que presentarse y ven un horizonte, como por ejemplo puede ser en un torneo de fútbol llegar a la semifinal, o ganar un partido contra un rival en concreto. En otras ocasiones simplemente buscan reconocimiento, o demostrarse a sí mismos que son capaces. 

En la gran mayoría de las ocasiones cuando llegan a esos objetivos, por muy bien que lo hayan hecho anteriormente, pinchan, ya que tras su horizonte hay un acantilado.

Con esto que acabo de decir me surge la siguiente pregunta: ¿Quién es el campeón? Podríamos decir que son aquellos que divisan en su horizonte la victoria, pero yo creo que no, porque solo se fijan en el horizonte sin darse cuenta de la de baches que hay para llegar hasta allí y antes o después tropiezan (esto es lo que le suele pasar a los favoritos en las competiciones). 

El verdadero campeón es aquel que no mira el horizonte, sino que se mueve por algo llamado esperanza. 


¿Quién le dijo a Iniesta que marcaría el gol de la victoria para España? ¿Quién le dijo que podría honrar de esa manera Dani Jarque? ¿Acaso tenía Iniesta un horizonte?

Ignacio G.